Como en todos los sectores, el sector inmobiliario en España emite señales de recuperación tras el parón provocado por la pandemia. El crecimiento es muy significativo (70%) sobre el mismo mes de 2020, cuando la covid-19 congeló el mercado, pero también supone un salto considerable (41%) respecto a junio de 2019.
Hay varios factores que explican el resurgir del ladrillo:
- El primero es una mayor confianza en el futuro económico. España creció un 2,8% trimestral entre abril y junio de 2021.
- Además, la financiación sigue siendo muy barata. El Banco Central Europeo mantiene su estrategia de tipos de interés ultrabajos para apuntalar la recuperación y eso tiene un reflejo automático en el euríbor a 12 meses, la principal referencia hipotecaria, que sigue en terreno negativo.
- Por su parte, los bancos vuelven a prestar. En junio de este año, los préstamos hipotecarios subieron un 87,8% en tasa interanual, sumando casi 35.000 contratos.
- Añadir un último factor de corte psicológico vinculado a los confinamientos: muchas personas se han dado cuenta de las carencias de sus pisos y desean un cambio.
La mayor demanda también se empieza a notar en los precios de los inmuebles que el pasado mes de junio subieron un 2,3%, el primer rebote después de meses donde las valoraciones apenas sufrían cambios o incluso bajaban.
La recuperación inmobiliaria es una buena noticia. Está respaldada por hechos objetivos como un mejor entorno económico, los avances en la lucha contra el coronavirus y las facilidades de financiación. El sector simplemente se está normalizando tras el shock provocado por la pandemia.